No se dió ni cuenta cuando volvio a encandilarse con esas luces de diferentes colores, sintiendo diferentes olores y esa música entre cortada con gritos, saludos y murmullos. Miradas punzantes que no lo dejaban concentrarse. Una tras una se iban fijando hasta incomodarlo. Los nervios lo obligan a bajar la mirada y terminan por avergonzarlo. Se fue al baño, a la barra o a algún rincón más silencioso.
Solo (como la mayoria de las veces) se vio apoyado en uno de los pilares mientras su inseparable amigo se perdia entre la muchedumbre. Decidio mirar la pantalla para evitar cruzar algun tipo de mirada que significara una segunda lectura. No le interesaba en absoluto.
Una voz casi de ultratumba lo hizo mirar hacia un costado. Fue casi automatico y fugaz. Un tipo de mensajero-celestino sirvió para hacer el contacto y ahi estaban ambas personas.
Se hablo de cine por montones, de famila y hasta de moto!...no podian congeniar más. extraño. Pero ahi estaban. Parecia sacado de Star Wars o de Odisea del espacio, o mejor dicho de alguna película de Carmen Maura (como la citaba cada cierto rato) en donde todos sufrian ataques de nervios. Eso era exactamente lo que le pasaba cada segundo que pasaba. Risas con dolores "pumolares", un bigote vintage y un estilo exquisito. Descripciones varias pero innecesarias. Una química inmediata se dejaba entrever por medio de las pestañas y una sonrisa casi extendida denotaba un interés absoluto. Era cosa de reaccionar, pero lo que empieza mal, termina mal, asi que no era necesario forzar nada.
Se lo dejaron a la siguiente canción y al proximo cigarro entrante. No importo la gente ni el volumen de los parlantes que provocaban un silencioso movimiento de las ventanas. La conversación pudo más:
- Primera vez que logro entablar una conversación tan interesante en un lugar así.
- Viste. Los milagros existen.
- Hoy día creo en ellos.
- Amélie Poulain?
- (risa) Me ganaste.
No importo la presencia del amigo que saltaba al ritmo de "Love Today" al lado de ellos. Se complemento perfectamente también y no existio mas problemas que un pobre chico que se tambaleaba más por efecto etílico que por efecto musical; y que, sin querer, pisoteaba la chaqueta.
Sacó su celular. faltaban ya 10 minutos para salir pero se adelantaron para tomar un taxi fuera del local. La noche no terminaba sin un buen cafe. Accedió a acompañarlo, en compañia de su amigo. Adentro se respiraba cine y años 70's. Un ambiente retro-contemporáneo. Tomaron y tomaron café hasta que amaneció. Uno estaba entusiasta con los diálogos del otro, y el otro miraba y miraba su risa para comprobar lo bien que lo estaba pasando. Accedio a hacer algo que jamás penso que haria, dar su celular a un ente "discotequero". Iba contra sus principios y contra lo que predicaba. La ocasión lo ameritaba. No más oportunidades huyendo gratuitamente por pensamientos absurdos y paranoicos.
Las ansias estan pero quiere hacer las cosas mejor. Todo a su debido tiempo y con calma. Esta vez el salto para él será grande y no quiere caer cuando de el primer paso. Cuenta los días para que llegue un nuevo fin de semana, porque tiene la esperanza de que pueda venir algo mucho mejor.
Solo (como la mayoria de las veces) se vio apoyado en uno de los pilares mientras su inseparable amigo se perdia entre la muchedumbre. Decidio mirar la pantalla para evitar cruzar algun tipo de mirada que significara una segunda lectura. No le interesaba en absoluto.
Una voz casi de ultratumba lo hizo mirar hacia un costado. Fue casi automatico y fugaz. Un tipo de mensajero-celestino sirvió para hacer el contacto y ahi estaban ambas personas.
Se hablo de cine por montones, de famila y hasta de moto!...no podian congeniar más. extraño. Pero ahi estaban. Parecia sacado de Star Wars o de Odisea del espacio, o mejor dicho de alguna película de Carmen Maura (como la citaba cada cierto rato) en donde todos sufrian ataques de nervios. Eso era exactamente lo que le pasaba cada segundo que pasaba. Risas con dolores "pumolares", un bigote vintage y un estilo exquisito. Descripciones varias pero innecesarias. Una química inmediata se dejaba entrever por medio de las pestañas y una sonrisa casi extendida denotaba un interés absoluto. Era cosa de reaccionar, pero lo que empieza mal, termina mal, asi que no era necesario forzar nada.
Se lo dejaron a la siguiente canción y al proximo cigarro entrante. No importo la gente ni el volumen de los parlantes que provocaban un silencioso movimiento de las ventanas. La conversación pudo más:
- Primera vez que logro entablar una conversación tan interesante en un lugar así.
- Viste. Los milagros existen.
- Hoy día creo en ellos.
- Amélie Poulain?
- (risa) Me ganaste.
No importo la presencia del amigo que saltaba al ritmo de "Love Today" al lado de ellos. Se complemento perfectamente también y no existio mas problemas que un pobre chico que se tambaleaba más por efecto etílico que por efecto musical; y que, sin querer, pisoteaba la chaqueta.
Sacó su celular. faltaban ya 10 minutos para salir pero se adelantaron para tomar un taxi fuera del local. La noche no terminaba sin un buen cafe. Accedió a acompañarlo, en compañia de su amigo. Adentro se respiraba cine y años 70's. Un ambiente retro-contemporáneo. Tomaron y tomaron café hasta que amaneció. Uno estaba entusiasta con los diálogos del otro, y el otro miraba y miraba su risa para comprobar lo bien que lo estaba pasando. Accedio a hacer algo que jamás penso que haria, dar su celular a un ente "discotequero". Iba contra sus principios y contra lo que predicaba. La ocasión lo ameritaba. No más oportunidades huyendo gratuitamente por pensamientos absurdos y paranoicos.
Las ansias estan pero quiere hacer las cosas mejor. Todo a su debido tiempo y con calma. Esta vez el salto para él será grande y no quiere caer cuando de el primer paso. Cuenta los días para que llegue un nuevo fin de semana, porque tiene la esperanza de que pueda venir algo mucho mejor.
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